Cuatro días después de nuestra primera entrega de consejos para madres que no ayudan ya tenemos material para la segunda. En la edición digital del mismo periódico nos encontramos con un artículo llamado «Cómo cuidar el pecho durante el embarazo y tras el parto» (googleadlo) en el que una ginecóloga que ha inventado un sujetador antiarrugas en el escote nos explica cómo evitar la pérdida de volumen y firmeza de los senos durante el embarazo y la lactancia.

Esta chica no usó ese sujetador (Imagen obtenida de bellezapura.com)
La doctora empieza bien dejando claro que hay muchos mitos sobre el tema para, a continuación, caer directamente en uno de ellos: que la lactancia hace que el pecho se eche a perder. Bueno, para ser exactos dice que el pecho no perderá su firmeza si la lactancia dura «entre 3 y 5 meses», ahí es nada.
Consejos para que no se te caiga el pecho (de verdad)
Pues mira, ni idea, porque desde el momento en el que te quedas embarazada el pecho sufre muchos cambios. Tiene un aumento significativo de tamaño, para empezar, y además es incontrolable porque forma parte de la preparación de nuestro cuerpo para alimentar a la cría que vamos a tener. Estos cambios bruscos de volumen son los que después de que nazca la criatura aquello difícilmente vuelva a ser lo mismo. Hay mujeres que lo logran (quién sabe, quizás el resto de los consejos de la doctora son válidos) y mujeres que no, pero una lactancia prolongada(*) no hará que la situación empeore.
(*) Decimos prolongada pero en realidad para esta doctora y parte de la sociedad basta con que dure más de cinco meses.
Y con esto termina el consejo bienintencionado de hoy. ¡Feliz lactancia!