La entrada de hoy pretende desterrar uno de los grandes mitos de la lactancia. Normalmente se achaca al amamantamiento casi cualquier cosa que le ocurra a la madre, y una de las teorías más extendidas es que «te consume». ¿Por qué? Por el cansancio, por la pérdida de peso (o ganancia)… y por la caída del cabello.
Sobre los dos meses de vida del bebé, y en aumento sobre todo hacia el cuarto mes, el pelo de la madre comienza a caerse a puñados. A puñados significa eso literalmente, pasas tu puño por el pelo y te quedas con una barbaridad del mismo.
Un vistazo a las búsquedas de Google puede hacernos una idea de la preocupación al respecto:
Y si miramos resultados de la búsqueda encontraremos multitud de entradas. Por fortuna muchas son válidas pero otras no tanto, como la de un instituto de dermatología que asegura que evita la pérdida de cabello «durante la lactancia» (sic).
Y no: la pérdida de cabello unos meses después de parir es inevitable, independientemente de cómo alimentes a tu bebé (leche materna, o leche artificial).
Perdemos pelo durante toda nuestra vida y se va renovando constantemente. Unas épocas se cae más que otras y en determinadas situaciones (como una anemia fuerte) se puede caer algo más de lo normal. Durante el embarazo aumenta bastante la cantidad de pelo en crecimiento y perdemos mucho menos de lo habitual, es muy común que las mujeres que esperan un hijo tengan un melenón de lo más lustroso. Ese pelo no se queda ahí para siempre porque viene como resultado de las hormonas del embarazo. Así que unos meses después de parir su efecto mágico se desvanece y empezamos a perder de golpe todo ese pelo que no se cayó en su momento, más el que se generó de más durante esos nueve meses.
Es muy impactante encontrarte con tanta cantidad de pelo en la mano de repente y la sensación es de que te vas a quedar calva. Y es muy común que todo el mundo te diga que es porque estás dando el pecho, pero esto no tiene nada que ver. Nos ocurre absolutamente a todas, y perderemos pelo a ese ritmo durante bastante tiempo (incluso hasta el año de vida del bebé). La sensación es peor si tienes el pelo largo porque claro, abulta muchísimo más.
Si os preocupa todo lo que estáis perdiendo acudid al médico y que compruebe que estáis bien, generalmente mediante una analítica sencilla se puede ver fácilmente si tenemos anemia o carencia de algo y se le puede poner remedio. Pero que nunca os digan que es por amamantar 😉
Más información:
- Comité de Lactancia de la AEPED: http://www.aeped.es/foros/dudas-sobre-lactancia-materna-profesionales/caida-pelo-y-lactancia